Boca abajo de cara a la playa, la tarde
picada por avispas que flotan en el polvo.
Las ventosas queman, están por desprenderse
con los ruidos del corcho.
Tatuada de hongos morados, de seres extraños
y mensajes redondos: anciana posmoderna
atravesada por las huellas.
Cada ventosa un vaso que baja los grados
de tu tronco caliente, árbol rugoso, corazones
grabados, temas de dictado en la escuela final.
1 comentario:
más fiebre, más hermoso.
(la anciana posmoderna, yo?)
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