lunes, 2 de junio de 2008

corre lola

Corriendo, despeinada, chocando la guitarra contra todas las paredes y puertas, llegué 10 minutos tarde al consultorio de Emilio. Saludé a la secretaria con un beso (nunca lo hago, generalmente me limito a saludarla a cierta distancia con una sonrisa). Empecé hablando de que casi vuelvo a caerme en el colectivo, nos reímos un rato de mi torpeza y de algunas otras cosas. Después la cosa se puso seria, si hubiera sabido cuan seria hubiera seguido haciendo chistes hasta que se hagan las 6. Pero a las 6 me encontraba despidiéndome de la secretaria a varios metros de distancia (cuando digo secretaria pienso en que van a creer que hablo de esas secretarias perras de películas porno, nada que ver, esta es una señora hecha y derecha). El ascensor no llegaba así que bajé rápido por la escalera caracol. 5 pisos. Una señora rubia que estaba esperando el ascensor en planta baja me preguntó si estaba bien, si me había pasado algo, si podía ayudarme. Le agradecí unas tres veces mientras me dirigía rápido a la puerta. Me dio gracia. "No señora, no se preocupe, es que yo acá hago terapia, vio......". Salí a la calle. No me gusta esa zona de caballito, demasiada gente, colectivos, ruido y olores inmundos. La gente me miraba por la calle...está bien, yo miro a la gente que va lloriqueando por ahí. Me intrigan. Siempre me pregunto cuál será la razón por la que estarán llorando. Me avergonzaron un poco, supongo que me sentí demasiado expuesta, agarré el teléfono y me lo puse en la oreja como si estuviera hablando con alguien, al segundo pasé por un espejo (de esos que hay en las farmacias) y al verme dejé de hacer esa ridiculez instantáneamente. Qué ganas de llegar al colectivo y que haya un asiento! Llegué pero tuve que viajar parada. Y cuando estaba a unos metros de la parada unos tipos se rieron de mi. Uno hasta me apuntó con el dedo. Qué imbéciles. Me molesta y hiere tanto la estupidez humana que lamenté no haberle dicho que se metiera el dedo en el culo.

1 comentario:

Brida dijo...

si, deberias haberselo dicho, como una manera catartica al menos...

te quiero