miércoles, 18 de junio de 2008

"¿Qué hombre viviría voluntariamente en la civilización, con su hedor y sus estruendos infernales, si puede acercarse a las más hermosas criaturas de Dios y ser su propio Dios y rey, con la conciencia de que no hay para él más ley que la ley del libre, ni más manicomios para los locos que no podían seguir contemplando la vida en la civilización sin atrofiarse...? ¿Ni otra biblia que el lenguaje que la naturaleza habla a aquellos que pueden entenderlo...?

Esa era la vida que él amaba. Y, cuando le llegase la hora, le gustaría que los lobos le arrancaran y rebañaran los huesos y los esparcieran por el gran mapa del omnipotente..."

(Der Berg-Mensch, de Verdis Fischer)

"Los mentecatos me preguntarán: ¿Por qué no te has ido? ¿No decías que querías irte para siempre? ¿Qué haces aquí todavía?

Ante todo, no sabré qué responder."

(K.Kinski)

lunes, 16 de junio de 2008

domingo, 15 de junio de 2008

La sensacion de que los lugares de antes y la gente de antes ya no son lo mismo

viernes, 13 de junio de 2008

Instrucciones para regar plantas

Flor se va unos días y me dejó a cargo de sus 9 plantas.

A la mañana tenes que mojarle las plantitas a todas con el rociador que está sobre la mesa, al lado de las plantas.
A la potus y a esta otra tenés que tocarle la tierra y si está húmeda no la riegues.
A las 5 plantas que están en la ventana, SIEMPRE las regás.
A las dos plantas que están en el piso las vas rotando para que aprovechen el sol.
Si podés poné agua con hielo y regás la rosa de los alpes que está medio muertita.
y hablale mucho a todas, a la mañana y a la noche. Pero HABLALES, porque vos nunca les das bola.......

miércoles, 4 de junio de 2008

Cadaver essquisito

La señorita Lopez trepó las rejas y logró meterse en la fábrica de nubes que poluyen tu sistema nervioso. A persar de ello, tomó su caballo blanco llamado Belón y galopó hacia el norte de mi mapa que no concuerda con tus puntos cardinales. Fue inmediatamente a ver al cardenal. El hombre, sin escrúpulos, le dijo que debería ofrecer sus servicios. "Pero si yo sólo vendo telefonía móvil!" -me dijo. Mi respuesta fue solo un silencio.

lunes, 2 de junio de 2008

corre lola

Corriendo, despeinada, chocando la guitarra contra todas las paredes y puertas, llegué 10 minutos tarde al consultorio de Emilio. Saludé a la secretaria con un beso (nunca lo hago, generalmente me limito a saludarla a cierta distancia con una sonrisa). Empecé hablando de que casi vuelvo a caerme en el colectivo, nos reímos un rato de mi torpeza y de algunas otras cosas. Después la cosa se puso seria, si hubiera sabido cuan seria hubiera seguido haciendo chistes hasta que se hagan las 6. Pero a las 6 me encontraba despidiéndome de la secretaria a varios metros de distancia (cuando digo secretaria pienso en que van a creer que hablo de esas secretarias perras de películas porno, nada que ver, esta es una señora hecha y derecha). El ascensor no llegaba así que bajé rápido por la escalera caracol. 5 pisos. Una señora rubia que estaba esperando el ascensor en planta baja me preguntó si estaba bien, si me había pasado algo, si podía ayudarme. Le agradecí unas tres veces mientras me dirigía rápido a la puerta. Me dio gracia. "No señora, no se preocupe, es que yo acá hago terapia, vio......". Salí a la calle. No me gusta esa zona de caballito, demasiada gente, colectivos, ruido y olores inmundos. La gente me miraba por la calle...está bien, yo miro a la gente que va lloriqueando por ahí. Me intrigan. Siempre me pregunto cuál será la razón por la que estarán llorando. Me avergonzaron un poco, supongo que me sentí demasiado expuesta, agarré el teléfono y me lo puse en la oreja como si estuviera hablando con alguien, al segundo pasé por un espejo (de esos que hay en las farmacias) y al verme dejé de hacer esa ridiculez instantáneamente. Qué ganas de llegar al colectivo y que haya un asiento! Llegué pero tuve que viajar parada. Y cuando estaba a unos metros de la parada unos tipos se rieron de mi. Uno hasta me apuntó con el dedo. Qué imbéciles. Me molesta y hiere tanto la estupidez humana que lamenté no haberle dicho que se metiera el dedo en el culo.