Antes de ayer a la noche (4 a.m) estaba a eeeesto de quedarme dormida cuando un perro vecino se puso a ladrar... no paraba. Más lejos se escuchaba a algún compositor rococó demasiado afrancesado. Me distraje un momento de los ladridos y pensé en los peluquines, el rubor y el caretaje. guack. Inevitablemente volví a los ladridos y pensé en mi perro. Esa noche en especial lo extrañé muchísimo (si, si, es ridículo...está de vacaciones en la casa de mamá disfrutando del verde pero yo lo extraño). Me encanta Woody, en especial cuando viene a dormir conmigo... primero se acuesta a mis pies y después se va acercando hasta quedar hecho una bolita, pegado a mi cara. Me mata.
Y recordé un momento en el que Clarice Lispector escribe sobre Ulises, su perro:
"Ulises, tan gracioso, bebe cerveza helada. Un día de estos ocurrirá: mi perro abrirá la boca y hablará. Será la gloria. Ulises es Malta, es Amapá: queda en el fin del mundo. ¿Cómo se llega allí? Él ladra cuadrado: no sé si se entiende lo que quiero decir. Intento entender a mi perro. Es el único inocente.
Sé hablar una lengua que sólo mi perro, el preciado Ulises, querido señor, entiende.
Un vez hizo algo inesperado. Y yo me lo merecía. Fui a acariciarlo y gruñó. Y cometí el error de insistir. Dio un salto que vino de sus profundidades de lobo y me mordió la boca. Me asusté, tuve que ir al servicio de urgencia donde me dieron dieciséis puntos. Me dijeron que regalase a Ulises a alguien porque con él corría peligro. Pero ocurre que, después del accidente, me uní a él más aún. Tal vez porque sufrí por él. El sufrimiento por un ser ahonda el corazón dentro del corazón".
4 comentarios:
cómo a quiero a clarice!
qué lindo.
me encanta el amor que tenes (tienen) por los animales...por woody
yo amo a orfeo y si le llega a pasar alguna cosa para mí sería el fin del mundo...
en serio!
Clarice perra.
jajajaja
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