jueves, 10 de enero de 2008

Leí en un diario que un pianista tucumano llamado Miguel Angel Estrella, fue a la carcel Villa Urquiza a tocar para los presos. La nota contaba que comenzó el repertorio con un aria de Haendel y continuó con fragmentos de Brahams. Los presos decían que escuchar esa música era "una liberación de la mente", "como estar afuera", cosas así...
Creo que, salvando las enormes diferencias, en algún punto nos entendemos...

1 comentario:

Anónimo dijo...

Que dilema, dijiste algo asi como lindo y hasta inspirador en algun sentido, aunque quizas no sean las palabras indicadas.. pero con el final, no es que me dejaste algo picando, es como que me tiraste una pelotita rebotina (asi se llamaban eh) desde un aeroplanooo.
Igual, voy a abstenerme.
Besos ma.