Hoy a la mañana salí 20 minutos más tarde de lo que suelo salir de mi hogar para ir al trabajo. Caminaba a paso ligero por Arévalo para tomarme el tren que va hacia retiro (sólo utilizo este transporte cuando estoy llegando tarde) y como veía a lo lejos la enorme maquinola acercarse bajé las escaleras corriendo, subí las otras escaleras corriendo y, sin detenerme para sacar el boleto, me metí en el tren. La verdad es que durante un año y pico, cuando iba a terapia en Villa Pueyrredón, usé el tren sin pagar boleto. Hace cuatro meses trabajo en el micro centro y un par de veces por semana, cuando estoy llegando muy tarde, me tomo el tren y tampoco pago...total en Retiro a esa hora todos salimos como ganado y no hay un sólo inspector pidiéndote nada.
A veces pienso que realmente no me cuesta nada pagar el boleto. A lo sumo pierdo unos segundos, pero como eso implica perder el tren que estoy corriendo, no lo hago. No es por los 0.80 ctvs que me costaría el viaje. Es porque siemplemente me acostumbré a no pagarlo, será mi manera de hacerle un big Fuck You a las empresas de transporte público que tantos nervios nos generan cuando funcionan con irregularidad (casi siempre). La cosa es que yo iba ahí, chocha porque había alcanzado el tren y encima milagrosamente el servicio estaba funcionando a la perfección. 9.40 am llega a Retiro y cuando voy acercándome a la salida, inspectores everywhere.
"No te la pué!! puta madre!" me di media vuelta, dándoles la espalda. "Ommm. No te preocupes, poné cara de apurada y hacé que estás buscando el boleto desesperadamente".
-"No lo encuentro...la verdad no tengo idea qué hice con el boleto..."
-"Bueno, nena, movete a un costado movete. Buscalo tranquila"
-"ACÁ ESTÁ! ah no...este es el del colectiv--ACA ESTÁ!!!! Ah no, perdón, este es el de otro tren queobviamente pagué ACA ESTA! Ay no! dónde lo metí, carajo!"
Cara nro. 06: expresión afligida pero sin exagerar, a esta gente no le gusta que le ruegues nada
-"Bueno...andá a hablar con él" y me señala a un hombre que a lo lejos estába hablando con dos pasajeros, uno ya había pasado el molinete y el otro seguía del lado de los relegados.
A medida que me acerco, el señor del lado de la libertad, el chico de nuestro lado y el Inspector/patova estaban teniendo una acalorada discusión. Un poco más atrás un policía miraba con aires de cancherismo. Era un caso perdido.
"Bueno", pensé, "en definitiva, ellos tienen razón y esto me pasa por no pagar el boleto". Es que no me da hacer un escándalo cuando realemente no lo merezco. Si lo hubiese pagado y perdido en los 10 minutos que duran las dos paradas, me hubiese sentido absolutamente autorizada a hacer un escándalo magno. Ahí sí. Porque, en definitiva, tantas veces padecí sus demoras...
Pero esta vez no. No tenía derecho.
-"Dónde pago la multa?" pregunté, segura y superada.
-"Ahí, te la cobra él" me dijo el hombre mirándome las tetas.
- "Supongo que me darán algún comprobante de pago" le dije, mirándolo con ojos de: "ni en pedo te doy estos 10 pesos para la birra de la noche, puto".
Die pesito me los gasto en un taxi, en golosinas, en un fernet, en un sandwich, en una película...los pierdo o me los roban, en el peor de los casos. Los 10 pesos en sí, no me interesan. Es la primera multa que pago en mi vida y me molesta pagársela a Metrovías, encíma a través de un pajero con mala onda y aires de superioridad que se cree que por usar uniforme tiene la autoridad para hablarme mal y mirarme las tetas sin verguenza.
Ya lo dijo nuestro amigo Morrisey:
"Because you wear a uniform, a smelly uniform,
and so you think you can be rude to me"
A veces pienso que realmente no me cuesta nada pagar el boleto. A lo sumo pierdo unos segundos, pero como eso implica perder el tren que estoy corriendo, no lo hago. No es por los 0.80 ctvs que me costaría el viaje. Es porque siemplemente me acostumbré a no pagarlo, será mi manera de hacerle un big Fuck You a las empresas de transporte público que tantos nervios nos generan cuando funcionan con irregularidad (casi siempre). La cosa es que yo iba ahí, chocha porque había alcanzado el tren y encima milagrosamente el servicio estaba funcionando a la perfección. 9.40 am llega a Retiro y cuando voy acercándome a la salida, inspectores everywhere.
"No te la pué!! puta madre!" me di media vuelta, dándoles la espalda. "Ommm. No te preocupes, poné cara de apurada y hacé que estás buscando el boleto desesperadamente".
-"No lo encuentro...la verdad no tengo idea qué hice con el boleto..."
-"Bueno, nena, movete a un costado movete. Buscalo tranquila"
-"ACÁ ESTÁ! ah no...este es el del colectiv--ACA ESTÁ!!!! Ah no, perdón, este es el de otro tren queobviamente pagué ACA ESTA! Ay no! dónde lo metí, carajo!"
Cara nro. 06: expresión afligida pero sin exagerar, a esta gente no le gusta que le ruegues nada
-"Bueno...andá a hablar con él" y me señala a un hombre que a lo lejos estába hablando con dos pasajeros, uno ya había pasado el molinete y el otro seguía del lado de los relegados.
A medida que me acerco, el señor del lado de la libertad, el chico de nuestro lado y el Inspector/patova estaban teniendo una acalorada discusión. Un poco más atrás un policía miraba con aires de cancherismo. Era un caso perdido.
"Bueno", pensé, "en definitiva, ellos tienen razón y esto me pasa por no pagar el boleto". Es que no me da hacer un escándalo cuando realemente no lo merezco. Si lo hubiese pagado y perdido en los 10 minutos que duran las dos paradas, me hubiese sentido absolutamente autorizada a hacer un escándalo magno. Ahí sí. Porque, en definitiva, tantas veces padecí sus demoras...
Pero esta vez no. No tenía derecho.
-"Dónde pago la multa?" pregunté, segura y superada.
-"Ahí, te la cobra él" me dijo el hombre mirándome las tetas.
- "Supongo que me darán algún comprobante de pago" le dije, mirándolo con ojos de: "ni en pedo te doy estos 10 pesos para la birra de la noche, puto".
Die pesito me los gasto en un taxi, en golosinas, en un fernet, en un sandwich, en una película...los pierdo o me los roban, en el peor de los casos. Los 10 pesos en sí, no me interesan. Es la primera multa que pago en mi vida y me molesta pagársela a Metrovías, encíma a través de un pajero con mala onda y aires de superioridad que se cree que por usar uniforme tiene la autoridad para hablarme mal y mirarme las tetas sin verguenza.
Ya lo dijo nuestro amigo Morrisey:
"Because you wear a uniform, a smelly uniform,
and so you think you can be rude to me"