lunes, 25 de febrero de 2008

martes, 19 de febrero de 2008

El lago.

In youth's spring, it was my lot
To haunt of the wide earth a spot
To which I could not love the less
So lovely was the loneliness
Of a wild lake, with black rock bound
And the tall trees that towered around

But when the night had thrown her pall
Upon that spot as upon all
And the wind would pass me by
In its stilly melody

My infant spirit would awake
To the terror of the lone lake

Yet that terror was not fright
But a tremulous delight
And a feeling undefined
Springing from a darkened mind
Death was in that poisoned wave
And in its gulf a fitting grave
For him who thence could solace bring
To his dark imagining
Whose wildering though could even make
An Eden of that dim lake

But when the night had thrown her pall
Upon that spot as upon all
And the wind would pass me by
In its stilly melody

My infant spirit would awake
To the terror of the lone lake

Springing from a darkened mind
So lovely was the loneliness
In youth's spring, it was my lot
In its stilly melody
An Eden of that dim lake
Lone, lone, lonely...

viernes, 8 de febrero de 2008

lonely, lonely, lonely, lonely, lonely time.

por lo menos te despertás al otro día sin sorpresas

miércoles, 6 de febrero de 2008

Ayer a la noche (primera noche, después de mucho tiempo, sin poder dormir) leía algunas cosas, pero una de ellas en particular me llamó la atención. Era algo escrito por Macedonio Fernández:

"Si sólo viera escrito mi nombre en algún sobre...¡Sí, es sólo el temor de caer más, solo aquí, que me contiene! ¿Hubiera imaginado yo ir cayendo así desde hace tres años, a esta tenuidad, a esta nada de cosa humana tan exangüe que el saber que tengo un nombre entre los sueños y los vivires es un miedo para mí? ".

Me llamó la atención porque la otra vez estaba en lo de A. haciendo no se qué en la cocina cuando escucho que me menciona al pasar "porque Carolina blablabla". Yo escuché mi nombre y en lugar de afinar el oído para ver qué iría a decir de mí, pensé sorprendidísima: "tengo un nombre...". Si, estaba con algunas copas (vasos de plástico con alcohol barato) de más, pero no podía creer que yo tenga un nombre y que la gente me llame por el mismo. Seguramente este tipo de planteo existencial sea propio de un/a borracho/a, y no tenga trascendencia alguna, pero en el momento me abstraje de absolutamente todo lo que me rodeaba y junto a la sorpresa tuve una leve sensación de angustia, de sentirme rara e incómoda frente a la idea de que me han puesto un nombre y mandado a vivir.